L A  M A N C H A


La pintura le recuerda al artista - acostumbrado u ocasional a tal práctica- algo inquietante. Desde las alturas de la idea y de la composición, una repentina caída irrumpe : la mancha en un lugar que no estaba preparado para recibirla, tanto en una superficie destinada a ser inmaculada, como en la alfombra o en la ropa . Esta caída inoportuna es un llamado al orden por parte del desorden, una amonestación del eterno irracional frente a la ingenua intencionalidad.
Una mancha, de este modo, no siempre es azar afortunado o desafortunado, sino más bien una manifestación de la angustia contenida en cualquier acto de dominio.
Es por eso que dejar correr, babear, gotear un color más o menos viscoso, antes de ser una apología del azar, es una postura hacia lo irracional, una consideración rigurosa de la angustia por medio de la estupidez, extremadamente sofisticada, de la pintura.



E L  S E N T I D O  N O  E S  A S U N T O  E X I S T E N C I A L


Decir que el sentido en el arte no es más que una seducción de la idea por medio de la metáfora, siempre cargada de significados, implica una relación simbolista con lo real, cosa que no puede ser más inexacta.

Por el contrario, el sentido como dirección del signo, supone movimiento y velocidad y ritmo. Nada mas cercano del sentimiento de la vida. Lo que está en el origen de la palabra, el movimiento (motio) de las ideas que forman conceptos, que a su vez buscan recubrir lo real en una relación de identidad siempre incompleta, es solidario con una metafísica que no recurre a consuelo alguno.


sept / 19
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Hay aquellos cuyo pensamiento se debilita en la socialización. Aquellos que no sueñan con la puesta al desnudo del arte no pueden soñar con otra cosa que no sea su condena a muerte. Los dos programas no comparten el mismo realismo.

En lugar de ir hacia el otro, deberíamos hacernos la pregunta de ser para pretender a la otredad. Pero si la pregunta ya es bastante difícil de plantear, ¿podemos sinceramente esperar una respuesta?

Agosto / 19


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U N   D I S C U R S O   O Í D O   D E S D E   L E J O S

(Sobre Lontananza)


La alteración de las palabras aísla la materia contemplativa del signo verbal.
Isidore Isou escribía, después de haber sentido en el revés del lenguaje un abismo anti-lingüístico, que hay “un valor sonoro humano (vocal, ordinario, no melódico, no instrumental) que se forma por el flujo de ruidos como de un discurso escuchado desde lejos “.

El sentido del discurso participa a una circulación que no puede reducirse a la totalidad y que, sin embargo, no abandona la aspiración a la intersubjetividad, fundamento tanto de lo poético como de lo político.

Sonido, voz, entonación. Las palabras que desfilan y suspenden por un momento el contenido a comunicar, llevan consigo un movimiento extraño, ellas mismas llevadas por este movimiento. Todo lo que queda es un sentimiento lánguido que decae: un discurso escuchado desde lejos.

Algo ocurre cuando el signo deja de ser inteligible, el murmullo sordo del mundo crece como por magia sin la pompa del escenario.

El artista mismo, pronto en escribir una declaración de intenciones, conocida en el inglés como Statement, parece recordar que no está llamado necesariamente a ser un buen orador.


Marzo / 19


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P R E Á M B U L O


« Optar por un trabajo sin tema preciso.
Considerar los limites de la lengua, el espacio vacante : lo que est á por decir.
Representarse el arte como expresión de medios, cuyo material es el signo, y el
                            [sentido la dirección del signo.
Acordarse con frecuencia de la estupidez absoluta que es hacer arte.
Haber llorado al menos una vez frente a una obra del pensamiento.
Reducir el lenguaje para prolongarlo - enfoque oulipiano, objetal, letrísta, dadaísta,
                 [futurísta... artístico en definitiva.
Leer la Historia del arte come una bitácora de viaje.
Observar la forma de las letras y conservar las simetrías.
Precaverse ante toda nostalgia metafísica.
Hallar en cualquier forma (alfabética, acuática, política, matemática, cartográfica,
            [arquitectónica) una significación incompleta.
Asimilar la soledad pragmática de la ciencia.
Adoptar la actitud romántica del teatro.
Decir exactamente lo que un discurso no es capaz de decir.
Lamentarse a veces por el jardín pos-moderno »


Marzo / 19


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A L F A B E T O   D I F U S O


Cuando Ed Ruscha afirma que las palabras no tienen tamaño (o medida): «words have no size», introduce la idea de lo sublime por medio de la indeterminación de una cualidad formal, una letra adquiere por ejemplo en la imaginación las proporciones de un edificio.
Borrar los contornos de las palabras, difuminar los bordes de las letras, se presenta como una desaceleración del sentido a partir de la suspensión de una propiedad de la cual la escritura y la lectura no pueden prescindir sin riesgo de comprometer la comprensión.

Febrero / 19



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T E O R Í A S   D E L   
S E N T I M I E N T O




La tendencia a asociar la expresión del sentimiento con una especie de gruñido confuso proviene de un malentendido del lenguaje. A decir verdad, la expresión es la formalización de una materia que exige ser comunicada. Esta formalización puede pasar a través del lenguaje, una declaración inteligible puede dar cuenta de ello.
En algunos casos la correspondencia entre las palabras y el sentimiento sufre de un desajuste irreparable y la emoción es traducida por medio del lenguaje no verbal, sin embargo gran parte del contenido de la emoción se pierde en lo que algunos se complacen en llamar lo inefable.
Ahora bien, lo inefable es la abjuración de una expresión fallida.
Este residuo que no se transfiere de un individuo a otro me parece de repente revestir cierto interés. Lo irreductible de la emoción, tanto del sentimiento de lo bello como de lo sublime, puede efectivamente recurrir a algo más que a palabras y empero seguir siendo comunicable. Es entonces cuestión del postulado de la inter-subjetividad, de la inter-comunicabilidad del sentimiento como fundamento mismo de nuestras democracias.
Con base a dichas meditaciones prosigo un trabajo que teje puentes entre el sentido y el sentimiento, la palabra y sus instancias : sus motivaciones.
Si hablo de teorías del sentimiento es porque un signo, señal, forma o gesto, mas allá del reconocimiento directo, apela al intelecto. Nos encontramos en un deslizamiento perpetuo del sentido (perceptible) al sentimiento y del sentimiento el sentido (semiológico). Puede que el primero lo recibamos como inscripción y que el segundo lo produzcamos. El sentido de un ojiva o de un arco, la correspondencia entre la letra M y W, que puede ser exactamente? Fuera de la interpretación, hay una solicitación a conferir sentido : a trazar una dirección de la que cada cual es capaz sin necesidad de ser artista, si necesidad de erigir una mitología.
Mi trabajo consiste a hacer plausible esta operación.
De esta manera frustro el paradigma del artista que tiene con frecuencia un sentido de lo real que revelar / explicar : algo por comunicar.
Acompañar al otro a producir sentido a partir de lo que resiste al lenguaje, como la emoción, me parece una función moral mucho mas adecuada para un artista, que aquella que consiste a elaborar un discurso que dicte una manera precisa de ver, de actuar o de sentir.
El hombre como productor de sentido, para lo mejor y lo peor, es la piedra angular de dos regímenes antinómicos : el del saber (la ciencia) y el de la fe (la religión), el arte se sitúa como tercer termino capaz de pensar la ciencia y de desnudar la creencia.



Enero / 19



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Consideremos la cuestión del sentido como dirección.
Mediante desviaciones minúsculas y errores discretos,
enuncio enigmas cuya resolución es insatisfactoria.
primero hacen «trabajar el ojo»
y terminan por alentar al pensamiento a trazar una trayectoria.

Dentro de esta lógica me sirvo del lenguaje (palabras y signos)
mas bien como materiales que como instrumentos de comunicación,
y dirijo de esta manera una critica a las estrategias publicitarias
destinadas a la comprensión inmediata.

Retardo en cuanto me es posible la comprensión,
sin caer en el cinismo, a través de una dificultad suplementaria
capaz de conceder al pensamiento el tiempo de reencontrar
las aspiraciones que le pertenecen.


Noviembre / 18



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Q U É   E S   A X I O M A   ?


AXIOMA es la consigna contra las secuelas del discurso postmoderno, la crisis de los relatos no es un estado de cosas sino el trabajo del pensamiento crítico sobre las relaciones establecidas entre las cosas, en este caso sobre el lenguaje y sus usos. El conjunto de la sociedad, en su gran mayoría, está constituido por creyentes, lo observamos en su manifestación gregaria durante un mitin, en las costumbres y en las llamadas mitologías personales. Ahora bien, estos relatos, incluso los fundamentales afirmados por la tradición, distan de estar en crisis. La fachada se transforma es cierto, pero la estructura permanece análoga.
Como unidad discreta del discurso axioma señala un grado distinto al del sistema de signos, reducido a su vez por la idea de que el lenguaje y su forma verbal, la lengua, son una sola y misma cosa, y que la letra constituye su unidad más pequeña. No obstante nos damos cuenta que es axioma y no la letra lo que constituye la unidad discreta y que, por orden sucesivo, no es la palabra sino la motivación que reúne los axiomas en la expresión.

En ese sentido, Axioma es la unidad discreta del discurso en lo relativo al sentido, allí mismo donde la letra es la unidad en lo relativo a la estructura de la lengua. De las meditaciones enunciadas obtenemos el siguiente cuadro:




Octubre / 18


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